Durante los días 18 y 19 de septiembre ha tenido lugar el Congreso Revolución Educativa, organizado por Juan Fernández Galera a través de su iniciativa Escuela de Experiencias. ¡Agradezco la invitación y la oportunidad para disfrutar de esta experiencia online!
Puedes acceder a ella desde este enlace (o desde la imagen siguiente). Inscribiéndose accederás también al resto de ponencias, te lo recomiendo ya que se trataron temas de lo más variados y enriquecedores, con compañeras y compañeros que inspiran al máximo.
Knowmada Ludens
Así “bauticé” a este blog, que cobró vida hace unos años. ¿Por qué? Se entiende por Knowmada (John Moravec) al “nómada del conocimiento”. Esta naturaleza me parece básica para dar respuesta a las competencias que el siglo XXI nos exige. Como profesionales y también como docentes debemos prepararnos y preparar a nuestro alumnado si queremos que se desenvuelva en esta sociedad líquida. Desde el primer momento me sentí muy identificada con este concepto.
El “Ludens” (que juega) lo añadí dada la importancia que representa el juego en mi vida. Tanto en los procesos de aprendizaje (a través de la gamificación educativa y el aprendizaje basado en juego) como en mi propia filosofía del día a día.
“La vida como un juego repleto de retos, sorpresas y aprendizajes.”
Érase una vez una playa habitada solo por niños y niñas…
Todo comenzó a primeros de agosto. Llegué, como otras personas adultas a aquella playa, sin ser capaz de ver nada extraordinario. Lo cierto es que me sentía agotada por completo, necesitaba recuperar fuerzas y reencontrarme.
Decidí descansar, desconectar y regalarme unos días de reflexión, de entrega a los paseos y a las carreras por la arena. Recordé un pequeño gran reto que llevaba años persiguiendo y comencé a ilusionarme…
Fue entonces cuando aquella playa comenzó a mostrar su verdadera alma. ¿Cómo era posible que en los días previos no percibiera ni uno de esos detalles? Al mirar con otros ojos, la realidad cambió por completo. ¿A dónde se habían ido todas las personas adultas?
Familias enteras de niñas y niños jugaban en la playa. Los adultos habían desaparecido, junto con los relojes y el tiempo. Las tensiones y preocupaciones se disipaban, dejando paso a la alegría. A lo largo de los paseos por la orilla, disfrutaba contemplando decenas de abrazos, besos, complicidades.
A cada paso una sorpresa, como la octogenaria niña que reía a carcajadas mientras le guiñaba el ojo a su octogenario y joven amor. Las olas, habían empapado por completo sus sillas en la orilla y no podían evitar sentirse vivos…
Las flores, los veleros y los volantes arrebataron el protagonismo a tacones y corbatas. Los techos de la oficina comenzaron a romperse, abriéndose a un increíble cielo azul.
Cartas, dominó, bingo, ¡rastrillos y cubos!
Se saltaba sin miedo, con la seguridad que da caer sobre los castillos de arena. Si se rompen, se vuelven a construir; brindando así una nueva oportunidad para continuar experimentando y compartiendo. La vida como el gran juego que es.
Tan diferentes y tan iguales. Parecía como si ninguna criatura se sintiera juzgada, al contrario, se palpaba la libertad de acción, de sentir. A decir verdad, también era fácil presenciar alguna riña entre parejas de primeros (o no) amores. Se solucionaba pronto. Cosas de niños…
No pude evitar pensar en el AULA, y en todo el aprendizaje que solo puede producirse en un entorno abierto a la vida, a la emoción, al descubrimiento y al amor en su sentido más amplio.
“La lectura debería ser una de las formas de felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz”. Aquí lo era, doy fe.
Llegó entonces el momento de despedirse de la Playa de la Niñez y de mirarse al espejo tras el transcurso de los días. Aquellas niñas y aquellos niños obraron su magia. Me sorprendió comprobar que mis ojos brillaban de nuevo y pensé…
Ojalá el verano haya regalado a cada persona -te haya regalado- los “ojos de primera vez” con los que siempre deberíamos aprender en la vida.
Con esa mirada ilusionada nos dirigimos hacia un septiembre de nuevos comienzos…
Hoy es uno de esos días en los que te sientes especialmente feliz, con energía de la buena para seguir aprendiendo y mejorando. Este fin de semana han tenido lugar las XVII Jornadas de Innovación pedagógica organizadas por el CEP Antequera y celebradas en el CEULAJ en Mollina (Málaga). Estas Jornadas han sido muy especiales por diversas razones, una de ellas porque han sido unas jornadas gamificadas.
El sistema de gamificación, sinceramente, ha sido impresionante. La “lucha de clanes” comenzó hace ya unas semanas y ha cumplido con tantos objetivos, que no seré yo quien me atreva a enumerarlos y describirlos. Si os interesa conocer cómo se ha diseñado e implementado, os animo a seguir a mi admirado Pepe Arjona (también conocido como Leónidas o incluso Arjónidas según proponía Luis). Me consta que él, todo el equipo del CEP y las personas colaboraron han puesto mucho corazón y creedme, han creado magia.
Además de agradecer la experiencia vivida (y lo más importante, compartida), he de agradecer que también contarán conmigo para presentar el taller de Classcraft. Ni qué decir que no están todos, pero los que están no pueden ser más grandes. Aprendiendo mucho de estos buenos profesionales y mejores personas.
Disfruté muchísimo de las dos sesiones del taller, un lujazo compartir espacio y tiempo con maestras, maestros, profesoras y profesores que dedican su tiempo libre a acudir a unas jornadas de innovación. ¿Qué queréis que os diga? La motivación y la ilusión eran increíbles. A quienes ya os conocía os sigo leyendo con el mismo o más interés, y a quienes acabo de descubrir, ¡nos tenemos en Twitter y probablemente en EABE! Mil gracias por vuestra entrega y por vuestras sonrisas cómplices.
Este vídeo (cortesía de Pepe) contiene el taller íntegro de la segunda sesión por si os apetece visualizarlo:
De la primera sesión contamos con varias imágenes, aunque quisiera compartir la que transmite más fuerza, al grito de ¡Classcraft!
Si habéis visto el vídeo, la última fase de centraba en el trabajo sobre un canvas para trabajar Classcraft. El objetivo era contar con una estructura que nos permitiera organizar las ideas y conocer algunos elementos básicos de la herramienta. Las propuestas de quienes participaron fueron diversas y enriquecedoras. ¡Y en tiempo récord, gran reto!
Si os apetece trabajar el canvas, podéis hacer una copia de este documento y editarlo directamente, adaptándolo a vuestras necesidades y seguro que mejorándolo. Espero que os resulte útil:
Gamificación, entrega y sobre todo corazón, gracias por hacernos sentir tan cerca el cambio.
Azahara élfica 😉
A un desafío habéis sido retados. En caso de aceptarlo, se os comunica que el desenlace se sucederá el próximo miércoles 19 octubre de 15:30 a 17:00 en la feria de muestras IFEMA (Madrid), con motivo de la celebración del Salón de la Tecnología para la enseñanza.
En la zona habilitada para los Talleres prácticos en SIMO me encontraréis, intrigada por saber cuántos aceptáis el desafío. Se avisa: llegar puntual o unos minutos antes a de la hora fijada tendrá su recompensa.
En este taller podrás desempeñar dos roles, uno u otro dependiendo del momento en el que llegues. Tú decides de qué manera quieres participar. ¿Qué desafío nos espera? Para ir entrando en materia, comparto su naturaleza, aunque no será hasta las 15:30 del día 19 cuando éste se desvele realmente:
“¿Vives el aprendizaje de manera apasionante, o por el contrario sientes que actualizarse supone una tremenda carga? Sea cual sea tu respuesta, habrás de admitir que gran parte de nuestro alumnado (y/o familia) se decantaría por la segunda opción. Como docentes y/o profesionales de la educación, tenemos la obligación de mostrar la verdadera cara del aprendizaje.
El aprendizaje, puede (y debe) divertirnos, retarnos, mejorarnos en todos los sentidos y brindarnos oportunidades. La gamificación educativa nos ayuda a conseguirlo, especialmente al potenciar metodologías activas, estrategias, etc. como el Aprendizaje Basado en Proyectos o el Aprendizaje Cooperativo. En este taller gamificado descubriremos al diseñador o a la diseñadora de experiencias memorables que llevas dentro, ¡gamificando, por supuesto!”.
Supongamos que aceptas el desafío, ¿cómo acceder a él? Un primer paso será inscribirte en SIMO, y un segundo paso, prepararte para afrontar la aventura con valentía, entusiasmo, afán de aprendizaje y por supuesto, ganas de jugar. Un extra que se agradece será la conexión, porque los hashtag #SIMOEDU y #DesafíoSIMO van a jugar un papel muy importante.
Desde Conecta13, en nuestro afán retador 😉 también te proponemos continuar aprendiendo sobre “artefactos digitales” (enfocados al desarrollo de la competencia lingüística y comunicativa) con la compañera Belén Rojas, A buen seguro disfrutaréis de una sesión de esas que se pasan volando. ¿La cita? El viernes 21 de octubre a las 17:30. Si estás por Madrid, echa un vistazo a la agenda SIMO porque habrá otros muchos talleres para no perderse, grandes compañeros e inspiradoras experiencias que compartirán.
Continuamos con la crónica de una gamificación, la del pasado 2015 en las clases de apoyo con 3ª de primaria. Después de la contextualización/análisis del entorno y detección de bloqueadores/potenciadores del aprendizaje llega el momento de…
El mes de noviembre se centró exclusivamente en la adaptación mutua. Comencé a familiarizarme con sus reglas y relaciones, a la vez que fui introduciendo dinámicas nuevas, si es que habían terminado los deberes (*).
Después de analizar su sistema de relaciones, detecté una descompensación lógica entre el alumnado, así que entendí necesaria la introducción del aprendizaje cooperativo, que en mi opinión, conseguiría ayudar a los/as alumnos/as con mayores problemas de comprensión y a motivar a los más aventajados, que en ocasiones se encontraban huérfanos de retos. Así que comenzamos a trabajar tanto por parejas como en equipo, dependiendo de la asistencia y de su comportamiento. Las parejas que terminaban las primeras – y una vez revisada la calidad de su trabajo- podían ayudar al resto. Durante todo el curso se ha intentado premiar el buen comportamiento con autonomía. Así que si un día ha ido bien, al siguiente tenían más poder de decisión.